Costumbres y Armas

EL FACÓN

Una de las costumbres cardinales del gaucho era la de portar un instrumento insustituible, como lo era el cuchillo o facón. Con él, carnea la res, corta las sogas, saca los tientos de la lonja de potro, corta sus alimentos, con el lomo limpia su caballo y también le sirve como arma de defensa o ataque, si este instrumento es de tamaño grande lo usa por debajo de la faja y tirador en la parte trasera de la cintura en forma cruzada. Con el mango a su derecha; si es zurdo, el mango a la izquierda. Si se trata de cuchillo, siempre con el filo hacia arriba.
Cuando el arma es más pequeña se usa en la cintura en la parte delantera, con la vaina dentro de la faja y de la ropa, sobresaliendo solamente el mango, a la altura de la mano derecha. En caso de ser zurdo, a la izquierda.
El facón consta de filo, contrafilo, punta y ese.
En cambio el facón daga, no tiene ese, es más angosto que el facón y es de dos filos. El cuchillo es parecido a la cuchilla que se usa en la cocina, consta de un filo y lomo.



EL LAZO

Lo trenza el gaucho de dos, tres, cuatro, seis y hasta ocho tientos de cuero crudo de vacuno y en ciertas zonas de burro. Consta de 15 a 20 metros aproximadamente. Donde va la argolla, la parte mas gruesa del lazo, se la llama "yapa" y es de una longitud de un metro y medio a dos. Por ejemplo, si el lazo es de trenza de cuatro, la yapa es de seis. En el extremo opuesto va la presilla con ojal y botón que se prende a la "asidera" del recado. La asidera o esidera es una argolla que pende a la derecha de la parte trasera de la encimera.
El lazo es de gran utilidad para el gaucho. Sirve para eso; enlazar animales en el corral o a campo abierto y para pialar.
También cuando está prendido a la asidera arrastrar a la sincha cualquier objeto, incluso animales muertos. Cuando es de dos tientos, el lazo es retorcido al revés.
Generalmente se le llama lazo chileno, pues se usa en el país trasandino. En nuestro país puede verse en la zona montañosa de Neuquén, San Luis y demás provincias con dominio en la Cordillera de los Andes.
El lazo fue también arma de gran valor para el gaucho. Uno de los primeros hechos que recuerda la historia fue en las primeras invasiones inglesas en 1.806.



LAS BOLEADORAS

Arraigada costumbre del gaucho, fue el uso de las boleadoras, como arma e instrumento de trabajo. Se trata de ramales de cuero crudo, en cuyos extremos se atan bolas, generalmente de piedra que se utilizan para bolear animales. Existen boleadoras de dos y tres bolas, aunque las más comunes y útiles son las de tres. Su origen es indígena. La raza Araucana y sus desprendimientos, la usan con gran eficacia para la caza y la guerra. La primitiva parece ser que fue la bola perdida. Ésta estaba atada por un ramal de un metro de largo. Los aborígenes eran habilísimos para arrojarla y dar en el blanco. Las del gaucho, eran de tres; una mas pequeña llamada manija. De ella la tomaban y reboleandola sobre la cabeza la arrojaban. A los vacunos y yeguarizos los boleaban por las patas traseras y a los ñanduces por el cogote.


EL MATE

Otra costumbre mas afianzada de los argentinos es el mate. Empero, las últimas estadísticas realizadas por empresas comerciales que se dedican a la venta de yerba mate, a disminuido notablemente la costumbre de tomarlo, si se compara con el aumento de la población. Especialmente en las grandes urbes como Buenos Aires. La vida moderna, agitada impide dedicar tiempo al trabajo de cebar y tomar mate. Con todo, esta tradición se mantiene en el interior, se le llama mate a la yerba a la infusión de la misma y a la calabaza vegetal que se utiliza. 
Generalmente se tomó siempre amargo. Aunque algunos le ponen azúcar.
El gaucho le llamó cimarrón o amargo. 
Es costumbre decir gracias cuando uno esta satisfecho.



OTRAS COSTUMBRES

Además del mate otra costumbre que aún perdura en el churrasco. Los mensuales de estancia salen a la madrugada a recorrer o trabajar con la hacienda en el campo. Poco después de apuntar el sol, saben churrasquear para luego continuar las faenas hasta la hora del almuerzo. El asado al asador también perdura hasta nuestros tiempos. El asador es una varilla chata de hierro con un gancho en el extremo superior o un travesaño también de varilla de hierro con dos ganchos en los extremos. Ambos sistemas son para sostener la carne ensartada. A falta de asador de hierro se utiliza un palo de madera.



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